Artículo publicado hoy, 25 de Enero de 2011 en el New York Times
La Facultad, te vuelve más despierto?
Los estudiantes progresan poco en crecimiento intelectual durante los dos primeros años de Facultad. Por qué?
El Estudiante como Centro de Beneficio.
Mark C. Taylor es el presidente del departamento de religión en la Universidad Columbia.
Es el autor de "Crisis en la Universidad: Un Plan Audaz para Reformar Nuestras Facultades y Universidades"
Un estudio reciente que concluye que los dos primeros años de estudio en Facultad, hacen muy poca diferencia en la habilidad de los estudiantes para leer en forma crítica y escribir con claridad, señala un hecho preocupante en la educación superior.
No estamos haciendo un trabajo adecuado de preparar estudiantes para vivir y trabajar en el siglo 21.
Hay muchos motivos para las dificultades con que tropiezan los estudiantes.
Son muchos los que llegan hoy a la Facultad no tan bien preparados como en el pasado y no son capaces de trabajar al nivel que se les debería exigir.
Es esencial desarrollar una estrategia de reforma que integre los grados Jardín de Infantes a 12 y la educación en Facultad.
Los desafíos que enfrentan los estudiantes se complican con las presiones que los profesores enfrentan.
El desequilibrio entre investigación y enseñanza ha producido planes de estudio que son demasiado especializados.
Muchos de los cursos que se ofrecen son de poco interés o utilidad para los estudiantes.
Cuando el futuro profesional de una profesor depende de lo que investigue y publique, hay muy pocos incentivos para dedicar tiempo a enseñar y trabajar con los estudiantes.
Pero aún profesores bien intencionados a los que les gustaría hacer más por sus estudiantes, frecuentemente enfrentan dificultades difíciles de salvar.
Los crecientes problemas financieros hacen virtualmente imposible ofrecer la clase de educación que los estudiantes merecen.
Mientras que se reduce la cantidad de profesores y de estudiantes de post-grado, muchas facultades están tratando de aumentar sus ingresos aceptando más estudiantes.
Cuando hay presión para enseñar a clases más grandes para ayudar con las finanzas, la estrategia más simple es asignar pocas tareas que requieran leer o escribir. Es más fácil asignar calificaciones a los alumnos.
Enseñar bien toma mucho tiempo.
Ayudar al estudiante a aprender a leer en forma crítica y a escribir bien, no puede hacerse en salas de conferencia con cientos de estudiantes.
La situación es aún peor de lo que sugieren los informes recientes.
Los estudiantes van a necesitar nuevas destrezas y cultura en el futuro.
La revolución tecnológica que continúa ocurriendo, está transformando la estructura misma del conocimiento y, por extensión, está cambiando la forma como la gente piensa, lee y escribe.
Las habilidades y competencia tradicionales en cuanto a leer y escribir, todavía son necesarias pero ya no son suficientes.
Debemos enseñar también a los estudiantes a ser tan críticos y creativos en los nuevos medios, como deben serlo en los tradicionales.
Nada de esto será fácil o barato, pero debe hacerse ahora.